miércoles, 4 de noviembre de 2009

Costa Rica enferma


En los años 80 nuestro país alcanzó una de las tasas más altas de deforestación del planeta. Hoy las autoridades hablan de una leve recuperación, sin embargo, hay quienes ponen en duda las alentadoras cifras.Junto a la deforestación, el manejo de los desechos y la contaminación de los mantos acuíferos, se convierten en los desafíos más importantes de Costa Rica en materia ambiental. ¿Somos el país que decimos ser?Cuenca del río San Carlos pide ayudaPara José Luis Herrera, ser botero hoy, no es nada fácil... Todavía recuerda aquellos años de agua abundante. Navegar el San Carlos solo lo hace gente con mucha experiencia. El descenso de su caudal es uno de los síntomas para creer que el San Carlos está enfermo...En San Carlos las aguas no están nada mansas, y los árboles no se caen, los botan, y aquellos grandes peces, incluido el tiburón toro, nunca se volvieron a ver.Lugareños y autoridades coinciden en que la deforestación, y el crecimiento habitacional cerca de los afluentes del Río San Carlos, están destruyendo el paisaje.Y entonces por cada árbol, por cada potrero, por cada tala, quebramos un huevo de oro de la gallinita que se llama turismo...Los miles de habitantes de la zona fronteriza con Nicaragua, terminan exponiendo su sustento y su vida... Porque desde hace muchos años, el río dejó de ser un medio para llegar a las afueras de Ciudad Quesada. Ahora solo tienen la carretera.La cuenca del Río San Carlos es solo un tubo de ensayo en el que quisimos comprobar la epidemia que hoy sacude al país: deforestación y contaminación. Potreros que se extienden sin freno, una expansión agrícola que no conoce límites, una ley forestal que se queda corta, y un Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE) amarrado económicamente, como la mayoría de entidades públicas.Al final la factura la termina pagando usted y yo, no importa el sitio.Es entonces cuando nos preguntamos: ¿somos el país que proclamamos ser?, ¿qué tan científicos serán los verdes mapas de cobertura forestal, que una vez casi quedan en blanco y que hoy parecen recuperarse de un 28 a un 40%?Nadie quiere enfrascarse en una polémica sin salida. Por ello desde hace 7 años el Instituto Nacional de Biodiversidad, INBio, trabaja en el perfeccionamiento de 11 mapas, cuyo nivel de detalle, le permitirá al país tomar mejores y más precisas decisiones. Es el proyecto de Ecomapas.Justamente, estos mapas permitirán entrar al segundo gran dolor de cabeza ambiental: un desafío para el país; el manejo de desechos. La vida útil de los rellenos sanitarios y botaderos está llegando a su final.Si usted cree que el tema se acaba con la bolsita de basura que pone en la acera, se equivoca... Según estimaciones del Instituto de Acueductos y Alcantarillados ( A y A) y el MINAE, el 97% de los hogares no le da un tratamiento a sus aguas residuales, es decir, casi el 100% jala la cadena y todo va directo a un río, que se convierte entonces en una cloaca a cielo abierto hasta su desagüe en el mar. Las implicaciones para la fauna marina son también graves.La situación se pone cada vez más difícil. El Laboratorio de Hidrología de la Universidad Nacional (UNA) hizo un estudio de los mantos acuíferos del norte de Heredia, que abastecen de agua a toda el Valle Central y Puntarenas y concluyó que están contaminados. Los desechos industriales, de casas y fincas se filtran por la tierra y tocan el manto acuífero. Esos contaminantes pueden causarle a usted desde una diarrea hasta un cáncer.El control sobre el tipo de insumos que utiliza la industria también debe estudiarse con lupa, dicen las autoridades.Si usted es de los que no quiere concientizarse, le daremos un motivo para que se preocupe. A partir de mayo, quien vierta desechos a un río, deberá pagar el costo del daño ambiental: es el canon de vertidos, fijado en unos 22 centavos de dólar por kilogramo de desecho, unos 90 colones.Pero si de alternativas se trata, el acueducto sanitario metropolitano, una obra calculada en 150 millones de dólares y financiada por entidades japonesas, parece arrojar luz sobre esta turbia realidad. El proyecto podría ejecutarse el próximo año.En Limón se ensayará algo parecido con tecnología de punta. Se llama emisario submarino, algo así como un tubo quaunquee entra hasta los alrededores de la Isla Uvita, para desaguar los desechos ya tratados.Todos podemos ayudarPero mientras las palabras se convierten en obras, usted puede hacer algo, por imposible que parezca. La fama de las chancheras es cosa del pasado para don Carlos Coghi.Los esfuerzos de este señor por convertir los desechos en abono y llevar los residuos a una laguna de oxidación, han hecho de su negocio una granja modelo. Pero los buenos ejemplos no acaban allí.En Puntarenas, la Comisión Interinstitucional de Ozono ya ha puesto en práctica un plan piloto para sustituir los sistemas de refrigeración que utiliza la flota pesquera, principal consumidora de gases que deterioran la capa de ozono. La idea es que conserven su pescado y al mismo tiempo el ambiente.En la Semana Internacional de la Tierra que estamos celebrando, pretendimos abordar los dos desafíos ambientales más importantes del país: conservación forestal y manejo de desechos.Lamentablemente la solución de estos dilemas ecológicos, vuelve a depender del contenido económico. La aprobación de esos desembolsos internacionales está apenas en negociación. Por fortuna aún estamos a tiempo, usted está a tiempo...

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